La palabra subyace
quieta, oculta,
solapada
en la textura de
una hoja
que finge estar en
blanco.
La palabra convive
eternamente,
en este silencio
simulado
hasta que alguien
oye que lo llaman,
desde lejos,
desde el centro
impreciso
de un texto que
aún
no ha sido
escrito.
Considero que la actitud frente a la hoja en blanco no debería ser la de “imprimir” una palabra, sino más bien, sumergirse en esa hoja y traer a la superficie,
una palabra.
Éstos versos corresponden a una de las poesías
del libro ECOS y el vídeo que la ilustra, (producción propia), es una síntesis
de lo que considero que son las palabras: Una imagen en movimiento.
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©Jc 

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