¿Qué miramos, cuando no
miramos
lo que tenemos que
mirar,
o cuando al mirar,
nada parece revelarse
frente a nosotros?
Atrevernos a la revelación de nuestra mirada o a la mirada del otro sobre
nosotros, es como darnos la oportunidad de incursionar, a veces, por un lugar
nuestro que hasta ese entonces no lo teníamos visto o sobre el cual teníamos
nuestras sospechas, como sea, esa mirada suele ser fundante, que inaugura un mundo que desconocíamos
hasta ese entonces.
Hay
rostros que guardan
parte
de la verdad que nos contiene
y
quizás,
nacer
en este mundo,
crecer
en esta realidad,
no
sea otra cosa
que
salir a juntar nuestros pedazos.
Y para cuando ya nos parezca que algo, en parte o en todo está perdido, no
lo estará mientras, Un par de ojos abiertos, inaugure nuestra propia
existencia, la existencia de los otros o nos reinvente a través de la memoria
que se tiene de nosotros o de la memoria que podamos tener nosotros de los otros.
Cuando ya no queden recuerdos.
Cuando ya no quede memoria.
Cuando ya no queden lugares,
ni conocidos ni extraños
a los que uno pudiera sujetarse.
Cuando nada ni nadie parezca detenernos.
Cuando la ausencia de las manos
estrangulen nuestros gritos.
Cuando el amor ya no te llame ni nos convoque.
Cuando Dios se pasee como un perro herido
entre malos pensamientos.
Cuando ni siquiera suicidarse provoque un lamento.
Cuando todo se suceda,
de una manera que dé igual
tener los ojos abiertos,
habérselos arrancado
o tenerlos tapados.
Cuando el beso deje de estar húmedo
y besar nos lastime los labios.
Cuando los brazos sólo nos ofrezcan más cansancio.
Cuando todo parezca dicho
o uno presienta que ya alguien más lo dijo.
Cuando estar aquí o en cualquier lugar dé lo mismo.
Cuando los espacios ya no alcancen
y uno termine viviendo la vida de los otros,
el amor de los otros,
las miserias de los otros,
la violencia de los otros.
Cuando ya no queden,
otras imitaciones posibles,
siempre quedará una cerradura
por la que alcanzaremos a espiar:
Un par,
de ojos abiertos.
2do. Libro de poesía editado
junto al libro Conjurando Demonios en el 2003 en Neuquén Capital.
Como
siempre, sin prensas ni guillotinas, siendo la herramienta más compleja una Pc.,
donde cada hoja ha sido doblada una por una, a mano.
Diseño de Tapa y plastificado, Encuadernación e impresión, hecho por el propio autor.
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©Jc 


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