En una búsqueda
frenética por alcanzar los restos de un naufragio, y así, al reunir los
fragmentos, darnos una idea sobre las causas o las características de
tales imágenes, voces, gestos, palabras, que nos acechan, que nos
encuentran, que buscamos como cosas que en algún momento hemos dado por
perdidas, los ecos tienen una memoria que, siéndonos ajena, hacemos
nuestra o que, siendo nuestra, resuenan como pasos perdidos en el tiempo
al que solo se puede volver, escribiendo.
Aquí, he querido
poner de manifiesto esas voces y esas imágenes: El vuelo del pájaro es
la representación de la imaginación, de lo que siempre se nos ha
inculcado: Dejar volar nuestra imaginación. El primer plano del ala con
los cortes intermitentes, las diferentes e infinitas ramificaciones o
caminos a los que podemos acceder o transitar con ella; la lluvia, las
gotas que caen, también son parte del lenguaje, como la vida que fluye
aun cuando nos parezca que se termina, y, por último, la mujer
emergiendo en el agua blanca: La hoja en blanco trayéndonos lo que hemos
ido a buscar a las profundidades, porque escribir, es sumergirse en esa
hoja que finge estar en blanco y traer a la superficie una palabra,
que, siempre ha vivido en ese silencio simulado, hasta que alguien oye
que lo llaman, desde lejos, desde el centro impreciso de un texto que
aún, no ha sido escrito.
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©Jc
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Instagram: @ecos_jc

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