Texturas


 

 

La textura en un texto está dada por los signos, los símbolos, los indicios, que en la suma de los significados adquiere sentido, contraste y relieve. Pero la revelación en la lectura no deviene sólo por el entramado de lo escrito, sino por el encuentro de nuestra subjetividad con aquella otra que, incluso, escapa al propio autor. Una textura que trasciende lo visual y lo táctil, y establece un diálogo interno que, al fluir en su evocación de sentimientos y emociones, adquiere un espesor narrativo que prescinde de las palabras y asume la forma de una escultura hecha de memoria y olvido.

 

“Pequeños mundos que se abren a la posibilidad de jugar y dialogar con las formas, los fragmentos y las texturas”, expresa la docente y escultora argentina Bibiana Tittarelli, radicada en La Pampa, confirmando que una escultura no consiste en el simple labrado de una forma, sino que, en sus líneas, en sus planos, en las uniones del metal con soldadora eléctrica, en la metamorfosis de la chapa batida, se revelan los tres elementos en los que se sustenta su trabajo: Espacio, movimiento y contenido. Texturas, con las que representa la simbiosis cuerpo y alma, materia y espíritu.

 

“Aquella niña que fui, viene a mi encuentro… Chispa tras chispa me acompaña en mis tardes de taller”. Entre la reverberación lumínica al soldar, en la transmutación de sus ideas a los metales o al dibujo, reconoceremos a esa niña jugando entre los hierros y el fuego, recordándonos que existe un vínculo cuya textura, cuyo espesor narrativo, sentido, contraste y relieve, adquiere la fisonomía de una escultura hecha de signos, símbolos e indicios.

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Bibiana Tittarelli – Docente y Escultora – La Pampa, Argentina

@bibianatittarelli