La imagen que habla XXXIII: Alessandra Caló


 

La memoria, la identidad, serían conceptos vacíos si se dejaran superar por el implacable ritmo de una crónica que no tiene la intención de convertirse en historia. Somos lo que otros han sido antes que nosotros, nuestros pasos coinciden con las huellas de aquellos que ya han recorrido el mismo camino. La fotógrafa Alessandra Calò se mueve dentro del perímetro de la búsqueda de identidad, en la recuperación de una raíz que define un género fotográfico y que le rinde homenaje a través de una propuesta que acaricia la sensibilidad del observador, invitándolo a viajar en el tiempo.

 

Quien observe las fotografías de la serie "Jardín Secreto" no puede dejar de captar, las antiguas placas recuperadas y procesadas, en aquellos negativos se revela la verdadera naturaleza de una fotografía que invita a una investigación más que a definiciones. Y, de hecho, al mirar retratos en negativo, y de los que no sabemos nada más, nos mueve la urgencia de agregarles una historia, de proporcionarles un tiempo que contenga un significado, imágenes de cuerpos que exigen un retorno, reclamando un nombre, una actitud, una identidad. Este es el grandioso y fascinante límite de la fotografía: no hay imagen que no necesite nuestros ojos para vivir, no hay fotografía que no necesite ser interpretada para cobrar vida.

 

El retrato como investigación y, una vez más y más profundamente, la urgencia de respirar un aire pionero. Todo ha sido dicho, todo ha sido escrito, en la fotografía como en cualquier otra disciplina artística, pero todo puede y debe ser reinventado, contado una y otra vez. El lenguaje se nutre en la comparación, en las experiencias, en la memoria. Alessandra Calò ha elegido un lenguaje personal que recrea la tradición y el modernismo en una combinación muy clara: La invención de un lenguaje, cuando pretende ser autorreferencial, contribuye a la construcción de muros, cuando necesitamos puentes. Con sus proyectos, Alessandra Calò nos construye puentes de rara delicadeza, con la convicción de que la fotografía aún tiene mucho que ofrecernos.

 

Giuseppe Cicozzetti

de "Secret Garden"

Fotógrafa: Alessandra Caló

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